viernes, 30 de octubre de 2015

"Pacto Secreto"


Introducción de un ensayo acerca del amor que compartí con Nico Rizzo en su programa "Letras Libres" de radio "Ahijuna" FM 94.7 de Bernal, Buenos Aires, Argentina.

    Quisiera ser la última primavera reencarnada este septiembre, la mariposa más fugaz o un chocolate... pero no; mejor voy a convertirme en un caminito nuevo para olvidarme de que ya hice muchos pasos.Ya no quiero ver más esa caja negra -y fea- eternamente llena de esos cachivaches que  deben llevar siempre los médicos a cuestas. Ya no quiero comer el postre a solas ningún día y menos el "domingo de la madre" ni quiero sentir miedo cuando llueve como esta noche y se me ocurre que, sabiendo que no estás, puede venir un asesino a echarme abajo la puerta sin que nadie me escuche gritar, o un gigante de ojos azules de algún otro planeta que, aún sin proponérselo, podría eliminarme en un instante. ¿Tienes para anotar?: necesito un compañero de compras al que le gusten los colorinches y las sonrisas, como a mí, y que también sea amigo de mi amigo que vende caramelos en la esquina y quiero un padre -como era el mío- que en las noches de tormenta encendía todas las luces, revisaba todas las puertas y me guardaba como a una pobre cosita en sus brazos hasta que enmudecía el cielo...
   - Más rara que no sé qué...
  - Necesito,además, un hombre evolucionado a quien no haga falta explicarle mis antojos ni mis penas. Tal vez de pronto podrías aprender a adivinarme o, a lo sumo, escucharme con la atención que dedicas a tus pacientes...
    - Mujer injusta, ingrata, insoportable, insaciable...
   - No me lo digas todavía porque me hablaba en broma o, si prefieres, inventaba este desencanto porque hace tiempo que no tengo ninguno o declamaba estas locas mentiras a modo de sortilegio para que no vaya a dejar de ser cierto aquello de que soy tu mujer fatal. El hecho de que más de uno me suponga desgraciada, por ser la última a la que atiendes en el día, seguramente se deba a que nadie tiene por qué adivinar que soy la primera a la que entiendes cuando tengo la casa poblada de lunas o el cuerpo lleno de soles y es más: la gente no debiera enterarse de que yo tengo con el mundo el pacto secreto de compartirte desde que a nadie podré disputarle jamás la cuota de amor que decidas darle. Por esto, y por todo, si esta noche no estuvieras conmigo -aunque la paciente más grave del mundo fuera yo- yo seguiría deslumbrada por la estrella que elegiste. Me llena de orgullo que me hayas encontrado ¡capaz! de ayudarte a repartirla entre las noches más noches de los seres y será por eso que hasta el último aliento alcanzaría a prometerte, como ahora te prometo, que un día de éstos voy a agasajarte publicando, en todos los idiomas de la tierra, "EL ARTE DE QUEDAR SIEMPRE BIEN CON TODAS LAS MUJERES QUE ME HABITAN".